jueves, 19 de julio de 2012

Cuarto y quinto día(s)

El día de la marcha


El día se desarrolló con normalidad, con los nervios que preceden a una gran cita como es la marcha, y más si como este año las linternas se encendieron a las 11 de la noche, justo después de cenar. Emprendimos una apasionante camino por los montes leoneses, donde recorrimos una gran distancia hasta llegar al pueblo de Adrados, en el que un amable señor del pueblo nos prestó un amplio garaje en el que pudieron extender su saco y esterilla. Tras unas cuantas horas (no diremos cuantas por miedo a herir sensibilidades) llegamos al pueblo, a recalcar la valentía de los más pequeños que subieron sin ir en hombros de los monitores en ningún  momento. En cuanto llegamos la mitad se quedaron dormidos de pié, y la mitad al minuto de meterse en el saco.








El día después 

Despertamos (algunos demasiado pronto) con el desayuno que nos trajo Maricocinas a las 10 de la mañana aproximadamente. Después del desayuno y tras recoger nuestras pertenencias visitamos un museo etnográfico que el amable señor antes mencionado se ofreció a enseñarnos y comentarnos. Bajamos caminando al pinar donde comimos y descansamos antes de emprender el camino a la piscina, donde a pesar de que la noche anterior había sido movidita, el calor hizó que la piscina fuera el mejor sitio en el que pasar la tarde. Tras la piscina y cansados, cogieron las camas con muchas ganas, para levantarse mañana con ganas de más

1 comentario:

  1. Que monxs durmiendo en el garaje! Que bien os lo estáis pasando! :)
    Que buenxs bloguers, que nos tenéis informados de todo, así me gusta!
    Quiero mas!! Os quiero amores!!

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