Cuando huele a final

Caras largas por las mañanas, a pesar de recordar las fechorías del pasado día, a pesar de que los restos de dulce del día de padres siguen deambulando por las mesas a la hora del desayuno, las caras largas en los tiempos muertos, los balones en la cesta y el patio vacío y los bancos llenos. El cansancio se empieza a notar, y tras las clases el maravilloso juego del cluedo, donde los monitores presentaron una historia donde disfrazados fingían el secuestro de una superheroína. Los niños con pistas y preguntando a los personajes participantes en la historia intentaron descubrir quien era el responsable.
Tras la comida el cielo de Boñar se nubló por primera vez en estos días, y llovió sobre el pueblo por primera vez desde Mayo. La piscina se abortó y tras una tarde de juegos y un taller donde dibujaron su nombre con barro, y algunos dejar volar su imaginación llegó la cena y la noche de karaoke, donde tras variasa rondas algunos ya pedían la cama a gritos. Hasta mañana.