Por la tarde un ruido terrible sonó en la cubierta del barco. Rápidamente nos dirigimos a ella y cual es nuestra sorpresa al encontrar al capitán Roquefort lleno de sangre y muerto!!! Si, sí, bien muerto!!! Claro que se lo merecía. Por… por muchas razones.
La tripulación no lo quería, todos, por un motivo o por otro, querían su muerte.
Nuestros jóvenes grumetes debían investigar el crimen, interrogar a la tripulación y hacer sus cábalas para averiguar quien o quienes eran los culpables. No os cuento el desenlace, ya lo harán vuestros hijos cuando os vean mañana.
Piratas de la Vega de Boñar, se os echa de menos, chicos.. ♡♡
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